Shinji Ajara

Shinji comenzó su vida en una región llena de disputas en las islas Konomi que ya estaban marcadas un tanto por la hostilidad pasada, vivió peleando en la calles como un lobo solitario una vez escapo de casa a los catorce, su vida no tenia mucho sentido pues solo servia para pelear contra otras personas, fue así cuando en un combate aun mas grande de lo que podía controlar se vio rodeado de las flamas que marcaron su vida, una aldea entera se había visto destruida por las inútiles batallas que había llevado a cabo, fue con un golpe bajo que el había propinado que termino tirando al suelo aquella lampara de aceite que comenzó el incendio. No se perdono ese error pues quedo marcado en sus sueños atormentandole.

Mas su tortura no duraría ya que en uno de sus días mientras dormía en la calle un sujeto le recogió y llevo a su casa, Shinji nunca se dio cuenta como fue que este hombre anciano demás lo había cargado dormido hasta el lugar donde vivía, aun así no tardo en querer irse solo para verse con un obstáculo vivo entre la puerta y el, era el anciano de nuevo que con las palabras mas firmes logro detener al chico en pocos segundos.

-¡ Aquí comenzara tu entrenamiento!- Exclamo el sujeto.

Y así fue, no sabia el porque de haber aceptado ese trato, pero parecía no poder rehusarse a las palabras del viejo que con el tiempo logro enseñar a Shinji el arte de la espada en su estilo Kenshi y el poder para domar a las bestias que era el Shishi, pasaron años para que el lograra ser maestros de estas técnicas, mas cuando por fin lo hizo solo se encontró con un evento desastroso nuevamente pues el anciano había caído enfermo una vez mas, solo para decirle con sus ultimas palabras.

-Te encargo que vallas y cumplas tu deseo en el One Piece-

Había oído el rumor antes, había una gran cantidad de oro escondido, un botín de reyes dispuesto a ser encontrado, era lógico que el anciano supiera de eso pues sin mucho tiempo de sobra señalo un cofre antes de caer muerto. Dentro del cofre había una espada Katana con sellos piratas en todas partes, un símbolo digno de miedo, las marcas eran de un poderoso espadachín pirata que se había dado por muerto hace mucho tiempo, al parecer la historia era errónea hasta entonces.

Sin mucho que decir Shinji partió de ese lugar con una meta en sus manos, conseguir el botín para no tener que volver a pelear mas ni causar mas daño a nadie, mas las marcas que habían causado aquellos dos eventos pasados le habían endurecido. Cuando salio de aquel hogar lo hizo con la katana, un violín para domar bestias débiles y su fiel lobo que había amaestrado en su entrenamiento.

Fue en una pelea callejera con unos marineros de segundo que venció rápidamente que dio a conocer con su futura camarada pirata, su capitana Kuro Kami de los Black Skull, por asares del destino termino siendo parte de su tripulación durante una apuesta en un partido de Poker.